Movimiento consciente y seguro para acompañarte en cada etapa del embarazo.

¡Estás embarazada! enhorabuena!

 Sabes o has escuchado que el ejercicio es saludable también en esta etapa, pero eres consciente de que ahora más que nunca necesitas a alguien que te guíe y acompañe durante esta etapa tan llena de cambios y sentirte segura de que lo estás haciendo bien.

 Tranquila, has llegado al lugar adecuado.

Tanto si solías hacer ejercicio antes del embarazo como si nunca lo has hecho, el embarazo no es un motivo para dejar de hacerlo o para no comenzar a practicarlo, a menos que exista una clara e importante contraindicación por parte de los médicos*

 De hecho muchas mujeres que dejan de hacer ejercicio en esta etapa se sienten peor, no solo por los cambios en su cuerpo si no que mentalmente y emocionalmente no se encuentran bien al dejar una actividad que les hace sentirse feliz.

Es normal que te sientas más cansada al inicio y al final del embarazo, pero no es un motivo para no moverte, al contrario, hacer ejercicio te ayudará a sentirte con más energía.

Además si entrenas mantendrás un peso óptimo, te sentirás ágil y no te fatigaras al mínimo esfuerzo.

Sentirte bien contigo misma y feliz, es importantísimo para ti y tu bebé, y nuestras sesiones te ayudarán a lograrlo.

“Te ayudamos a conectar con tu cuerpo y con tu bebé”

Este tipo de sesiones te ayudarán a reducir molestias y transitar esta etapa con confianza y bienestar.

 Es lo mejor que puedes hacer por tí y por tu bebé!

Vivir un embarazo con la mejor energía y actitud posible.

Reducir el riesgo de diabetes gestacional, hipertensión y exceso de peso gestacional.

Mejorar tu salud cardiovascular 

Si ya eras deportista, recibirás la asesoría profesional para poder seguir haciendo lo que te gusta.

Mantener y/o mejorar tu salud mental, disminuyendo la incidencia de depresión y ansiedad prenatal y posparto

Llegar al parto fuerte y preparada físicamente para el esfuerzo que este conlleva.

Posible reducción de la duración del parto y mejor recuperación posparto.

Además de contribuir a la salud de tu bebé, a que tenga un peso adecuado al nacer y a su desarrollo cognitivo.

Escuchar al cuerpo y ajustar la intensidad según las sensaciones personales, evitando el sobreesfuerzo.

Evitar ejercicios en posición supina después del primer trimestre para prevenir mareos o náuseas.

Mantener una adecuada hidratación y evitar ambientes calurosos para prevenir la hipertermia.

Algunos días te sentirás rara o más cansada, o quizás las hormonas estarán haciendo de las suyas! no te preocupes porque siempre habrá algo que se pueda hacer y adaptar para que termines tu sesión feliz por haber asistido.

Es fundamental que las mujeres embarazadas consulten con profesionales de la salud y del ejercicio físico (ginecólogos, fisioterapeutas especialistas en suelo pélvico, matronas y expertos en las ciencias de la actividad física y el deporte) para recibir orientación personalizada, asegurando que las actividades realizadas sean adecuadas y beneficiosas para su situación específica.

*Las contraindicaciones absolutas para el ejercicio incluyen:

Enfermedad cardíaca significativa

Enfermedad pulmonar restrictiva

Cuello uterino incompetente, incluido cerclaje

Restricción del crecimiento intrauterino en embarazo múltiple 

Gestación con riesgo de parto prematuro

Sangrado vaginal inexplicable o sangrado persistente en el segundo o tercer trimestre

Placenta previa después de 26 semanas de gestación

Preeclampsia o hipertensión inducida por el embarazo

Trabajo de parto prematuro

Ruptura prematura de membranas del trabajo de parto (PPROM)

 Anemia grave

Trastornos sistémicos no controlados que incluyen hipertensión, enfermedad de la tiroides y diabetes tipo 1.